miércoles, 10 de abril de 2024

El CIDE

 

No creo que exista alguien en México ni en el mundo que piense que a Sor Juana Inés de la Cruz -poetisa ícono de México y América Latina- le faltaba inteligencia. Sin embargo, cuando ella pronunció "prefiero poner riquezas en mi entendimiento, y no mi entendimiento en las riquezas" alguien podría preguntarse ¿qué, en los tiempos de Sor Juana, las riquezas no traerían una mayor holgura para sus poseedores? ¿No sería, como hoy, la riqueza una fuente de indulgencias, comodidades, disfrute y placeres?  

Seguramente sí. Se sabe, incluso, que la misma Sor Juana, en su juventud, tuvo acceso a las comodidades y los lujos propios de la vida acomodada. Y entonces, ¿por qué preferiría el conocimiento? El conocimiento no es en sí mismo un placer. De hecho, conocer más es preocuparse más, y para la gente consciente -lejos de ser pedantería- el conocimiento es la antesala a una mayor responsabilidad consigo mismo y con los demás. Ahora, ¿existe alguien que crea honestamente, que alguien con el talento y las virtudes de Sor Juana no merecería acceder a los lujos y comodidades de su época? Si alguien debía merecerlo era ella, y la historia no ha hecho sino enaltecerla más. 

¿Qué pasa, entonces? ¿Por qué las Sor Juanas del mundo no eran -o son- premiadas con riquezas por el mundo, y por qué no vivían -o viven- una vida acorde con lo que prodigan? La sinrazón de la violencia puede ser al mismo tiempo una razón.

El Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) nació como una Sor Juana. Arrebatadas sus atribuciones y posesiones por medio de la violencia política en Chile, los exiliados -que entonces conformaban gobierno- llegaron a México con lo que no pudieron expropiarles: el conocimiento. Al transmitirse sólo a través de la enseñanza y el ejemplo no había manera de apropiarse por la fuerza, de lo que se transmite sólo con el consentimiento del propietario: el saber.

Seguramente, quienes ejercieron violencia física y psicológica contra ellos sí pudieron quedarse con muchas cosas que les dieron alegría: sus bienes materiales, sus amores, sus ambiciones y esperanzas de transformación del país en donde dejaron el corazón. Fue, no obstante, una relación perder-perder. Chile perdió el saber-hacer de una generación brillante de intelectuales y hombres de Estado a la que alimentaron, vieron crecer, destacaron, en la que invirtieron y a la que enaltecieron. Y los primeros académicos del CIDE perdieron una patria.

A todos nos gustan los lujos y la riqueza. Que quede claro: no tiene nada de malo. Pero si me dieran a elegir entre las riquezas que generan envidia y se pueden tomar por medio de la violencia, y las riquezas que sólo pueden transmitirse con la voluntad del propietario, yo también -como Sor Juana- optaría por las segundas. Y, en ese sentido, México recibió las verdaderas riquezas de lo que se perdió en el fatídico golpe de Estado a Salvador Allende en Chile. 

Pero hubo algo más que todavía les sobró a aquellos exfuncionarios y exiliados, y que podía y puede aún respirarse en esa institución. Amor. Amor por el bienestar de la gente, por la verdad, por la honestidad intelectual y por el futuro de las nuevas generaciones. Un deseo de hacer el bien para ayudar a todos aquellos que piden que les vaya mejor. 

La vocación de ciencias sociales del CIDE lo ha llevado a buscar los métodos mejor probados para descubrir qué sí funciona para ayudar a los más pobres, a los más desprotegidos, a los más inocentes y a los más vulnerables. Es un centro de investigación de frontera que utiliza investigación aplicada para darle a los tomadores de decisión, los gobernantes en turno, los líderes sociales y todos aquellos elegidos democrática o meritocráticamente las herramientas necesarias para hacer su trabajo de la mejor manera. Es una relación ganar-ganar en donde el conocimiento se pone al servicio del gobernante, con la gente en mente.

Lo que pide el CIDE, es lo que pide cualquier trabajador honesto a su jefe para llevar a cabo su trabajo. Lo que ofrece, es lo que siempre ha ofrecido, porque había sido lo que siempre se le había solicitado. Lo que rechaza, es lo mismo que rechazaría cualquier trabajador que ame su labor. No le puedes pedir al buen zapatero que le deje clavos salidos en el zapato del cliente, ni al buen carnicero que le dé carne al cliente infectada con el mal de las "vacas locas". Se niegan a hacerlo -no sólo por su buen nombre y la reputación que han adquirido- sino porque saben que el cliente en el mejor de los casos no va a regresar, y en el peor buscará -con justa razón- que caiga sobre ellos un castigo. En última instancia, el buen trabajador sabe que al cuidarse y cuidar su buen nombre, cuida el de su jefe.

Desde mi punto de vista lo que hoy se vive entre el CIDE y el Conacyt es una relación marcada por las pasiones que deja en claro una situación: dos odios no hacen un amor. La violencia solo destruye relaciones, aún cuando al interior se mantenga la convivencia. El CIDE es y se ha posicionado como una de las más hermosas de Conacyt, y mancillarla en vez de cortejarla no traerá amor, solo desprecio. Díganme ustedes, ¿quién no quisiera los favores de la mejor?

viernes, 5 de abril de 2024

México huele a sangre

Las decisiones que se toman desde el gobierno tienen consecuencias sobre la vida de todos sus ciudadanos. En el caso de México, la más trágica de este sexenio tiene que ver sin duda con la falta de  respeto a la vida. Al día de hoy, hay alrededor de un millón menos de mexicanos menos que al principio de esta administración, que ha sido resultado directo de las desastrosas políticas públicas adoptadas.

Las tragedias fueron múltiples encadenándose una tras otra pero, sin lugar a dudas, en todas tuvo responsabilidad el Estado. En principio se tomó la decisión de fomentar una política de "abrazos, no balazos" contra el crimen organizado, lo que le permitió expandir su poder y capacidad de influencia. La subsecuente militarización paradójicamente creó enfrentamientos cada vez más sangrientos -particularmente en estados gobernados por la oposición y en aquellos con zonas de trasiego de drogas- y al mismo tiempo contubernios cada vez más diabólicos en estados como Guerrero y Chiapas. El saldo hasta la fecha de la carrera armamentista del gobierno y los grupos criminales es de 180 mil mexicanos asesinados y más de 100 mil desaparecidos -la gran mayoría jóvenes de entre 18 y 29 años de edad- cuyas cifras se encuentran permanentemente en revisión por la autoridad; como si desaparecer a los desaparecidos desapareciera las tragedias. Con sorna, el presidente ha exclamado desde una de sus mañaneras: "Ahí están las masacres, jajaja".

A ello hay que sumar el azote de la pandemia de COVID y los recortes al sector salud durante el gobierno de AMLO. Con una primera declaración de que esta pandemia le caía "como anillo al dedo", la autoridad negó apoyos a las empresas, negocios y familias; haciendo que en lugar de mantenerse a resguardo en sus hogares tuviesen que ir a trabajar y detonando un pico de contagios que se extendió por casi un año, en lugar del freno de tres meses que tuvieron otras economías. Esto desbordó los servicios de salud; particularmente por los escasos ventiladores mecánicos que requerían los pacientes de urgencias. Las cifras de exceso de mortalidad en México estiman que la mala gestión de esta pandemia ha cobrado la vida de entre 600 y 650 mil mexicanos, la gran mayoría mayores de 60 años.

Finalmente, se encuentran las tragedias prevenibles que han sido resultado directo de los recortes presupuestarios en salud (seguro popular), alimentación infantil y educación (estancias infantiles, escuelas de tiempo completo y comedores escolares). Se llegó incluso al grado de negar medicinas a derechohabientes de niños con cáncer. La falta de abasto de medicamentos ha tenido repercusiones especialmente graves en poblaciones que se encontraban relativamente estables; como la población con inmunodeficiencia.

El contexto de muerte, violencia, tráfico de drogas y recortes en salud ya es insoportable para un México que entraba a la modernidad, con un sistema democrático que el obradorato se ha empeñado en desarticular. La respuesta de la autoridad de hacer oídos sordos a esta realidad mientras impulsa en campaña a una candidata entre risas y cánticos que sólo enardecen más a su vejada población es la causa de los levantamientos sociales cada vez más frecuentes y violentos. Amenazar con violencia o con quitar las escasas dádivas del gobierno solo puede producir más repudio hacia quienes nos gobiernan. En el extremo, cuando los violentos amenazan con un "vota por mí o te mueres de hambre" o con un "vota por mí o te mueres" generan una disyuntiva entre dos males que sólo refuerza la idea de que el mal está en el poder. Y destruir el mal es un impulso natural en el ser humano.

Necesitamos acciones decisivas para devolvernos a los mexicanos la paz y la tranquilidad. Necesitamos que se hable abiertamente de un cambio de rumbo. La mayoría de los mexicanos son gente de bien que necesita oir una disculpa. Que necesitan sentir que su autoridad los representa. Que necesitan sentirse respaldados por su gobierno; no oprimidos. No olvidemos nunca que "quien hace una revolución pacífica imposible, hará una revolución violenta inevitable".  (J.F. Kennedy)




viernes, 3 de febrero de 2023

Hombres de bien

Existe una amplia gama de indicadores destinados a medir el bienestar del que gozan las sociedades: el PIB, el PIB per capita, la esperanza de vida, la salud en general, indicadores antropométricos, educativos, cognitivos, etc. Sin embargo, hoy quiero discutir una medida de bienestar de las naciones muy controversial, pero a todas luces relevante para la convivencia armónica y el bienestar; y que puede enriquecer el análisis de cómo mejorar el bienestar de los mexicanos: la proporción de hombres de bien en una sociedad.

El término tiene un carácter eminentemente moralista, que puede opacar la relevancia de su medición e incluso convertirla en un dilema ético. Y es que ¿cómo definir el término "hombre de bien"? Lo que es más grave, ¿cómo excluir a alguien de pertenecer a esa categoría, bajo qué argumento, con qué evidencia? Más aún, ¿por qué constreñirse específicamente a un género? En lo que sigue de este texto, trataré de justificarme.

Con el término "hombre de bien" trato de englobar cuatro características en el varón que, a nivel agregado, conducen a una mejor convivencia social:

1)El ejercicio de labores productivas y honestas en la sociedad.
2)El repudio y combate a la corrupción y delincuencia socialmente reconocidas.
3)La búsqueda de todas las alternativas para evitar la violencia física o emocional contra la mujer, y
4)La negativa a ejercer violencia física o emocional contra las niñas, niños y personas con capacidades diferentes.

Enunciar estas cuatro cualidades en los varones pareciera más una lección de moral que una propuesta de medición del bienestar; sin embargo, el ejercicio de ellas, en cualquier grado, trae enormes beneficios sociales.

Por supuesto que la práctica de estas virtudes difiere enormemente entre un hombre y otro, y está directamente relacionado con las capacidades de cada uno por generar lo que yo generalizo como "bienestar" para una sociedad. No es el mismo impacto el del legislador que se niega a aprobar una ley corrupta, que el del vendedor de barrio que vende el recaudo con su peso exacto. Pero ambos ejercen un respeto igualmente poderoso en mi persona. Son personas que evidentemente desean un mayor bienestar para sí y los suyos, pero se contienen para no atentar contra el bienestar de los demás. 

Al mismo tiempo, la transgresión de las características anteriormente enunciadas también requiere de una necesaria gradación. Es posible que no cause la misma inconformidad ni indignación el uso de la fuerza para detener una pelea en una cárcel de mujeres, por ejemplo, que la violencia física ejercida contra la esposa en el hogar. Sin embargo, en ambos casos hubo una imposibilidad para supeditar la  fuerza a la razón; acto que requiere de una necesaria reflexión, y me justifico.

El uso de la fuerza en la sociedad mexicana, como argumento mismo para conceder la razón en el caso de disputas; y como ventaja en el acceso a privilegios, o cotos de poder, se ha extendido preocupante y peligrosamente en este país. Esa cultura de que la toma de decisiones recaiga en quienes tienen los medios de destrucción, permitiendo que la razón asista a la fuerza y no al revés, se ha incrustado en el sistema político de nuestra región geográfica; creando incentivos que están desembocando en la perversión misma de nuestra sociedad.

Los crecientes fenómenos de hombres asesinados, mujeres violentadas y menores sexualizados son todos síntomas de una bestialidad creciente en la naturaleza del hombre, marcada por la preeminencia de las pasiones. El favorecimiento de una cultura maniquea en los medios de acceso a la riqueza y el poder -representada por hombres fuertes y violentos y mujeres bonitas e inteligentes- se ha situado por encima de los valores realmente necesarios para una sociedad próspera: el trabajo honesto, el mérito y la paz.

Esos valores no requieren de esteroides, cirugías plásticas ni la estimulación de múltiples parejas sexuales. Requieren de la urgente inyección de una conciencia moral que sea capaz de convencernos que adoramos ídolos falsos; que transitamos un camino donde el otro es un competidor más y no el prójimo; y donde se retome la senda del bien común y no del agandalle como motor del desarrollo. De eso depende la calidad y duración del futuro de quienes son el verdadero logro de esta sociedad: nuestros niños y jóvenes.

miércoles, 18 de enero de 2023

El quehacer del Estado

 

Cuando se trata de conocer las prioridades de las familias mexicanas, cualquier gobernante que realmente se preocupe por nosotros sabe que basta preguntar por cuatro aspectos para conocer los elementos básicos de nuestro bienestar:

1) ¿Ya comieron? ¿Por qué?

2) ¿Cómo están de salud? ¿Por qué?

3) ¿Cómo va el trabajo? ¿Por qué?

4) ¿Cómo le va a los hijos en la escuela? ¿Por qué?

Los demás aspectos: seguridad, economía, servicios públicos, etc. son transversales a estos cuatro. No se necesita ser un gobierno paternalista para hacer estas preguntas. Solo imaginemos un México en el que las respuestas de todas las familias fueran:

1) Ya comimos. De forma abundante y satisfactoria. Porque tenemos acceso a alimentos nutritivos y de calidad. Porque nos alcanza para comprarlos. Y porque se nos ha enseñado cómo alimentarnos para estar sanos y sentirnos bien. Ni nosotros ni nuestros seres queridos pasamos hambre.

2) Estamos sanos. Porque ni nosotros ni nuestros hijos vivimos constantemente expuestos a peligros. Porque nos alimentamos bien, sabemos cómo prevenir enfermedades y, en caso de enfermarnos, tenemos acceso a médicos y medicinas. Porque se nos ha brindado educación para la salud, en particular la sexual y reproductiva, que ejercemos con libertad y responsabilidad. Porque nuestra casa está limpia y cuenta con agua, luz y gas. Y porque tenemos la oportunidad de hacer ejercicio.

3) Las cosas van bien en el trabajo. Porque hay empleos honestos, oportunidades laborales y salarios que cubren nuestras necesidades. Porque tenemos protección social y prestaciones. Porque nuestros niños y nuestras niñas no tienen que trabajar. Porque no hay jornadas excesivas. Porque se respetan nuestros derechos y se reconoce y valora el trabajo doméstico. Y porque esperamos una jubilación digna.

4) Las cosas van bien en la escuela. Porque nuestros hijos están aprendiendo, y aprendiendo a hacer. Porque tienen acceso a los materiales que necesitan para su aprendizaje. Porque la escuela los está dotando de conocimientos útiles y saberes que les sirven para un presente y un futuro mejor. Porque se respeta la diversidad. Y porque es un ambiente seguro, libre de violencia y adicciones.

En ese contexto ¿para qué querría un buen gobierno intervenir? No se trata de paternalismos. Se trata de dejar de lado lo superfluo, e ir a la sustancia. Se trata de reconocer dónde deben estar puestos los esfuerzos, y no desviar la atención hacia lo que le interesa a unos cuantos; por encima de lo que nos interesa a la mayoría. Es hacer énfasis en que sí sabemos hacia dónde se debe andar, qué incentivos se necesitan, y con ello evidenciar que el "atole con el dedo" se queda en el dedo. Que nos damos buena cuenta cuándo están funcionando las cosas, y cuándo no. Y el papel que juega en ello el Estado.

Este no es un comentario a la ligera. Es un llamado a no desviar la mirada; a volver la vista sobre el camino andado, y el que falta por andar, y enderezar lo que haya que enderezar; por el bien de todos. Sabemos bien lo que hay que hacer. Pongamos manos a la obra.

sábado, 7 de enero de 2023

Una propuesta para la paz

Bajo la premisa de que cualquier propuesta que ayude a combatir la violencia que vive hoy el país es bienvenida, escribo esta entrada. Hoy en día en México, las principales instancias encargadas de la paz en el país se centran en el combate a los delitos. Instancias como la Secretaría de Seguridad o la Sedena, además del Poder Judicial, son encargadas de garantizar la seguridad de los mexicanos. Sin embargo, la promoción de la paz debe centrarse principalmente en la prevención. Utilizar la justicia -principalmente punitiva- como herramienta para la convivencia pacífica es el equivalente a utilizar los cinturonazos (o su amenaza) para criar a los hijos en el hogar.

Dos ejemplos: si una mujer acude al ministerio público a denunciar violencia doméstica por parte de su pareja, legalmente lo que está realizando es la acusación formal ante la autoridad de la comisión de un delito por parte de su ser querido. En otras palabras, le está diciendo delincuente. ¿Podemos imaginar el dramatismo del momento que debe vivir la víctima, sabiéndose lastimada y, sin embargo, en el deber o la necesidad de lastimar aún más su convivencia familiar, con la esperanza de que el abuso pare?

Lo más probable es que previo a la agresión física hayan existido ya indicios de la descomposición en la relación familiar: gritos, engaños o coerción. Pero éstos no son necesariamente delitos. ¿A quién podría recurrir la mujer para decir "mi pareja no es una mala persona, ni un delincuente, pero la convivencia al interior de mi hogar se ha deteriorado, podría orientarme"?

Las causas pueden ser múltiples, y la vinculación con las instancias de gobierno también. Si el origen son problemas en el trabajo, la vinculación con la Secretaría del Trabajo y sus instancias podría brindar orientación y apoyo. Si el origen es un abuso agravado en el consumo de alcohol y otras sustancias, referirlo al Conadic podría ser la solución.

Un ejemplo más dramático es el de los jóvenes sicarios. Es muy probable que, previo a la comisión de sus actos delictivos, ya existieran indicios de que se estaban convirtiendo en un problema para la sociedad. Una charla con policías en su salón de clases en primaria, un aviso de los familiares tras su participación en riñas callejeras, vinculación con la Conade en su infancia y adolescencia, entre otras medidas a tiempo, podrían desembocar en un destino diferente para esos muchachos.

Pensar en una instancia que diera orientación y generara vinculación con los diferentes servicios que ofrece el gobierno se antoja pertinente. Quizás una Secretaría de Paz sea hoy solo un sueño o una exageración; pero su necesidad pública está a la vista. La gente en México tenemos una urgencia de soluciones para una convivencia sana, que nos permita desarrollarnos en la vida profesional y familiar, sin las zozobras y el peligro que la delincuencia y la violencia representan. 







martes, 20 de diciembre de 2022

A Tale on Love: America and the Continental Mass

 

Once upon a time there were America and the Continental Mass, living in a blue planet. They met each other and -while polite at first- America started teasing the Continental Mass; every now and then at first, but continuously after a while. She told him: –“Ha Ha, you’re just as tall as your Europe”. The Continental Mass found America pretty, but was continously annoyed by her attitude. While he enjoyed her company at first, he ended fed up. “If you don’t like me, then why do we keep meeting each other, just so you can tease me? Why don’t you just leave me alone?”.

He hold offense after offense, until he was about to explode. He then realized there was Greenland, standing right on top. The Continental Mass stood up in all his height, from his Africa to Japan, with his frozen chest right in the face of America. And he was just about to throw the Greenlandic rock straight to her head with all his force. They crossed sights, anger and fear.

But then a miracle happened: As the eyes of the Continental Mass stood fixed in those of America, he saw, for a moment, her soul of Cuba. And he was certain she could see the soul of England in him. And they suddenly realized they were in love.

And that’s how Australia was born.


miércoles, 26 de octubre de 2022

La importancia de la evaluación

El diccionario de la Real Academia define evaluar como "señalar el valor de algo", y lo distingue de la valuación que es "señalar el precio de algo". Luego pues, para la lengua española al menos, existe una diferencia entre un precio, asociado más a lo material, y un valor, asociado principalmente a la valía de aquello que lo merece.

La evaluación puede definirse como el proceso mediante el cual se busca ponderar la valía en una o más dimensiones. En educación, por ejemplo, la evaluación tiene como objetivo medir el aprendizaje de los estudiantes a partir de criterios que estén directamente relacionados con los contenidos educativos que se les ha buscado enseñar. Por otro lado, al evaluar políticas o intervenciones, el objetivo es ponderar las características que las constituyen y valorar en qué medida estas características contribuyen a lograr los objetivos sociales con los que dichas políticas fueron creadas.

Es por ello que la evaluación va más allá de asignar el impacto monetario de algo. La evaluación busca, en última instancia, valorar las características más importantes de su evaluando. Busca encontrar el justo valor de su objeto de estudio con rigurosidad, imparcialidad y objetividad; pero también con el propósito de descubrir las características que tienen mayor relevancia en el contexto en el que dicha evaluación se lleva a cabo.

Incluso, puede pensarse que la evaluación es más pertinente en un contexto donde el valor de algo va más allá de su precio en moneda constante y corriente. Cuando hay un añadido que escapa a lo económico y que puede incluso llegar al terreno de lo inmaterial; sea éste el aprendizaje, la paz, el bienestar físico, el autoestima o algún otro bien intangible pero que sin duda alguna es deseable y que aporta al bienestar o felicidad de la colectividad.

Por supuesto que ofrecer medidas objetivas de los bienes intangibles o inmateriales para la sociedad solo puede llevarse a cabo por medio de aproximaciones; pero no por ello pierden relevancia; al contrario. De ahí que la frase de Lord Kelvin "si no lo puedes medir, no lo puedes mejorar", que ha servido de lema para el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social ("Lo que se mide, se puede mejorar") sea la piedra angular para tratar de establecer aquellos indicadores que mejor capturen la medida en que algo se ha buscado mejorar; y convertir esta evidencia en un proceso de evaluación que permita establecer si el tiempo y los recursos invertidos en mejorar la situación existente han valido la pena. Y si hay algo que vale la pena evaluar, y evaluar algo vale la pena, entonces la evaluación también tiene valía.

 


viernes, 5 de agosto de 2022

¿Cuál será el futuro de la educación en México?


La educación no puede ser moneda de cambio de los intereses de la élite política. Se trata del futuro de millones de niños y jóvenes. Si la pandemia mermó el ritmo de aprendizaje en los diferentes niveles educativos, la prioridad de la autoridad debe centrarse en generar propuestas remediales para atender el rezago educativo y ofrecer una perspectiva de hacia dónde espera llevar dichos aprendizajes en sintonía con las necesidades del presente siglo.

La actual Secretaria de Educación en México, quien había contendido previamente por la gubernatura del Estado más poblado del país (el Estado de México), anuncia nuevamente sus aspiraciones por convertirse en la futura Gobernadora de la misma entidad. Sus aspiraciones parecen tener fundamento: será candidata por el partido en el poder y contendiente de un grupo opositor ampliamente señalado por sus presuntas acciones de corrupción; que gobierna una entidad que no conoce la alternancia democrática. 

El sabor amargo en esta historia es el papel que juega en ello el sistema educativo mexicano; que luce como un "premio de consolación" en las carreras políticas de nuestros dirigentes. Su paso al frente de la responsabilidad más grande que puede adquirirse con la niñez mexicana, por su alcance y dimensión, estará marcada por una falta de compromiso, visión y respuestas ante una realidad apremiante que parece dejar cada vez a más niños y niñas atrás; en un espacio reservado a la exclusión y marginalidad.

Necesitamos urgentemente una autoridad competente, responsable, honesta y experta en educación; que entienda la importancia que tiene para el presente y futuro de la niñez y juventud mexicana; sus alcances y consecuencias sobre temas como: convivencia, ciudadanía, derechos humanos, legales y políticos, inserción en la sociedad del conocimiento, paz social, empleabilidad y cuidado de la salud. Necesitamos con urgencia visibilizar que la responsabilidad de velar por el Sistema Educativo Nacional es más que las migajas que quedan en el banquete de los cargos públicos. Que es el futuro de toda la nación el que está en juego.

A ojo de buen cubero, los maestros mexicanos saben que si el promedio de los niños de primaria están dejando de ser competentes en las operaciones aritméticas básicas, los de secundaria en álgebra y los de preparatoria en cálculo, sabemos que el atraso es innegable. Las matemáticas actúan como el máximo común divisor para saber qué encontraremos en su comprensión lectora, de ciencias naturales, sociales, geografía, historia universal, competencias tecnológicas, etc. Se necesita planeación, acuerdos, una rectitud probada, evidencia robusta y una visión global transexenal de lo que se espera lograr en las trayectorias educativas de los niños y jóvenes de México; entre otras aptitudes. No es la "zona de calentamiento" de nuestros candidatos a gobernadores.

Urge revalorar, en el discurso público y privado, en los diálogos de alto nivel y en la vida cotidiana, a la educación. Educación es aprender, saber y saber hacer; hacer las cosas bien y, en última instancia, hacer el bien. Sin educación no hay futuro, y sin futuro no hay país del que puedan ser gobernadores, ni gobernantes.





miércoles, 20 de julio de 2022

Corrupción

Imaginemos que las autoridades de un país legislaran para aprobar una ley que indicase que el agua oxigenada va a ser tratada de forma indistinta al agua para consumo humano. En principio, se ven iguales. De cerca, el olor ya es distinto. Pero conforme se incrementa la convivencia con uno y otro líquido nos vamos dando cuenta del grave error que cometeremos en tratarlos de la misma forma. En el extremo de consumirlas, una puede ocasionar la muerte.

Ocurre lo mismo con la honestidad y la simulación de honestidad. Cuando la Ciudad de México aprobó un impuesto creciente en función del valor del automóvil (o los automóviles) en los que circularan los capitalinos, comenzaron a aparecer vehículos muy costosos con placas de Morelos circulando en la ciudad de forma cotidiana. Es bien sabido que esos autos no pagan los mismos impuestos por estar matriculados en Morelos que por estar matriculados en la capital del país. Inmediatamente, la gente comenzó a intuir que los dueños de estos vehículos vivían en la ciudad, pero matriculaban en otro Estado para evadir un mayor gravamen.

Y así el ciudadano de la capital fue acostumbrándose a una realidad: entre más caro el auto, más probable es que tenga placas de Morelos.

¿Y qué tiene esto de malo? Pues todo. Hoy en día las placas de Morelos se han enquistado en la capital del país como un signo inequívoco de corrupción; asociadas inexcusablemente a aquellos con el mayor poder adquisitivo. La idea de un México en donde la élite encarna lo mejor de la sociedad y es ejemplo a seguir para el resto de nosotros choca de frente con las defensas delantera y trasera de sus autos. No pagan el gravamen de sus vehículos, y lo exhiben día con día en todas las calles de la capital, a la vista de todos ¿qué se puede pensar de los impuestos que pagan sus empresas, de su integridad en el actuar dentro del servicio público, de cómo se conducen en la vida privada, etc...?

Las placas son solo la punta del iceberg. La situación es gravísima. Si la gente se convence de que nuestros líderes tienen una "autoridad moral oxigenada" y no una autoridad moral real para tomar las decisiones que impactan todos los días sobre el resto de nosotros, ¿qué podemos esperar del actuar del ciudadano promedio, si no el envilecimiento? ¿Cómo convencerles de no "dar mordida" al policía de tránsito, de no "colgar diablitos" en los cables de luz, de desinfectar la lechuga en los restaurantes? ¿Cómo les pedimos condenar el "cobro de piso", repudiar al secuestrador, confiar en sus jueces y magistrados?

En este contexto un juez del Estado de Puebla ha dado su aprobación para las sociedades de convivencia en poligamia. Lejos de ser un triunfo para los derechos de la diversidad sexual, se avizora como las nuevas "placas de Morelos" de la élite de nuestro país. Si esa percepción se impone, la espiral de decadencia va a agudizarse, en un México marcado por el derecho de la fuerza y no de la razón.

Una "moral oxigenada" es una sociedad corrompida. Si el ejemplo a seguir es no seguir el ejemplo, ¿cuál será el futuro de los que hoy son el futuro?





sábado, 14 de agosto de 2021

Sobre el trabajo en el sector público y en el sector privado

 Cuando se habla de la necesidad de no mentir, no robar o no traicionar en el ejercicio de la profesión (y la vida privada) de cada uno de nosotros, se hace alusión a valores que deben permear por igual en los sectores público y privado. No obstante, en esta ocasión quiero hablar de las diferencias entre los ideales que deben perseguirse en el sector público frente al sector privado, y su motivación.

Como es bien conocido para cualquiera que haya visto trabajar a alguien honesto en uno y otro sector, una diferencia se vuelve evidente: en el sector privado, cada peso se suda; mientras que—en el sector público—deben rendirse cuentas de cada peso que se ejerce; sea en un programa, política o en el sueldo de un funcionario. Por ello, la medida del éxito de un trabajador en el sector privado se mide por las utilidades que genera; mientras que la medida del éxito de un trabajador en el sector público reside en la mejora sobre el bienestar de la población.

En última instancia, en mi parecer, en el sector privado el ideal al que debe aspirarse es la excelencia, brindando el producto o servicio que más convenza al consumidor para gastar en él su dinero adquirido con esfuerzo. La búsqueda del perfeccionamiento de ese producto o servicio es, pues, continua. En cambio, en el sector público el ideal al que debe aspirar un funcionario público es la integridad; generando en la sociedad la confianza y credibilidad de que su trabajo vale lo que cuesta, es ejercido con honestidad y responsabilidad, y busca generar el mayor bienestar social posible por cada peso gastado.

La naturaleza del origen de los recursos sigue esa misma lógica. En el sector privado, la manera de llegar a más consumidores, maximizar beneficios y mejorar el producto es a través de los márgenes de ganancia. En cambio, en el sector público la forma de contar con más presupuesto, más personal a cargo y generar un mayor impacto social pasa por generar mayor utilidad pública, pero también de convencer a los ciudadanos.

Por ello, en conclusión, es que el sueño de un trabajador de excelencia en el sector privado es, sin tapujos, ser el hombre más rico del mundo y un ejemplo para cualquiera de cómo alcanzar la holgura económica. Y el sueño de un trabajador íntegro del sector público es vivir como en la anécdota que idílicamente se cuenta de Don Antonio Ortiz Mena quien, después de ejercer miles o millones de pesos del presupuesto en los diferentes programas o políticas, se iba caminando por la Alameda Central rumbo a su casa; mientras los hombres lo saludaban con el sombrero, y las mujeres le sonreían.

viernes, 3 de agosto de 2018

¿Por qué es importante amar al prójimo?

En la cultura popular se encuentra un sinnúmero de expresiones relativas a la “competencia natural” que los seres humanos libramos con el fin de adquirir los recursos que necesitamos para acceder a una vida digna. Expresiones como “competiste desde que eras un espermatozoide”, “el deseo de competir es natural” o “los derechos se conquistan” son todas muestras de ese esfuerzo cotidiano por dar lo mejor de uno mismo a fin de obtener aquello que deseamos y que se encuentra en disputa.

Y es que la competencia es buena. Permite el desarrollo de las habilidades propias y genera los incentivos para ofrecer lo mejor a los demás. La competencia es particularmente importante en el caso de nuestras autoridades, ya que son ellas las que modelan el sistema de incentivos en el que nos movemos como sociedad. A todos nos conviene que las decisiones más delicadas y relevantes recaigan en manos de aquellos con la menor probabilidad de cometer un error al tomar dichas decisiones. Por ello los jóvenes con habilidades sobresalientes—como Carlos Antonio Santamaría, cuyo caso ha acaparado la atención de los medios—son un rayo de esperanza para contar con futuros líderes de extraordinaria capacidad.

Ahí, además, es donde el amor al prójimo resulta fundamental. En una cita—que puede resultar incómoda a más de uno por su procedencia secular—San Pablo esgrime, en la carta a los Corintios, una de las más bellas evocaciones a la importancia del amor. Dice él: “Aunque hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si me falta amor sería como bronce que resuena o campana que retiñe./Aunque tuviera el don de profecía y descubriera todos los misterios y la ciencia entera, aunque tuviera tanta fe como para trasladar montes, si me falta amor nada soy.” (1-Corintios 13, 1-2).

Que quede claro: el amor al prójimo es lo que distingue una sana competencia de una lucha encarnizada; no el premio. Es lo que diferencia el respeto y admiración al más enconado y acérrimo rival del odio al enemigo, en la acepción de Carl Schmitt. Es la diferencia entre la civilidad y la barbarie.

La competencia se pervierte cuando la visión de “lo importante es ganar” y de “el fin justifica los medios” se impone, con todas sus consecuencias; empezando por la pérdida de los escrúpulos. Cuando la obtención del diez que todos ven es acompañado por esa letra “que con sangre entra”, por esos “puntos extra” de los que nadie debe enterarse. Cuando el cuadro de honor y el cuadro de moral se distancian el uno del otro entre los alumnos, los profesores y los padres de familia.

La gravedad del asunto se potencializa, una vez más, en el caso de la elección de nuestras autoridades. Si a las virtudes de nuestros líderes se suma la empatía y el deseo de buscar, una vez en el poder, el bienestar de sus gobernados—imposible sin amor por el prójimo—tenemos suelo fértil para germinar una futura sociedad con mayor bienestar que la nuestra. Si, por el contrario, nuestros dirigentes se encuentran enfrascados en robarse el fertilizante, vamos a terminar con un montón de nabos que se polinizan entre ellos, aunque nada bueno salga de ese jardín, y vivan una vida de asedio por la peste y los ladrones.

Cuando la gente se pregunta por qué la hipocresía, el compadrazgo y el nepotismo permean la cúpula de intereses políticos y económicoso qué ha llevado a la frontera de lo casi indistinguible al amor y al interésresulta imprescindible buscar la respuesta en la erosión del amor por el prójimo. Cuando el mérito, el esfuerzo, la perseverancia y la verdad no son los únicos determinantes del triunfo la competencia no es ya competencia; es una espiral de decadencia y envilecimiento para competidores y espectadores que urge un freno. Es pasar del respeto, la colaboración, la admiración y el amor—por quien día a día realiza el milagro de vivir—a la envidia, la depredación, la humillación y el exterminio de quien, a fin de cuentas, es igual a uno mismo. Nunca antes habíamos tenido tanto acceso a la verdad y, sin embargo, nunca antes habíamos sido sujetos de tanta represión por señalar los vicios ocultos que la sociedad acepta mediante beneficios económicos o amenazas a su persona. Que quede claro: la ley de la selva no es tal, porque entre los animales no existe la conciencia para entender que se está dañando a su igual; ni para sentir remordimiento por ese acto. Entre muchos de nosotros esa conciencia sí existe.

Concluyo recordando al apreciable lector que los seres humanos tenemos derecho a la dignidad. Resulta imprescindible saber que existe una frontera entre el orgullo—del que es mejor trabajar día a día por desprenderse—y la dignidad del individuo; derecho irrenunciable que a nadie debería negársele y cuya búsqueda y ejercicio debería inculcarse activamente desde la más tierna infancia. El faro que ilumina la forma en que debemos amarnos a nosotros mismos, a nuestros compañeros de vida, a nuestros familiares y amigos y al resto de los seres humanos puede mostrarse tintineante, pero de ninguna manera ha dejado de emanar su luz. La vida y la sociedad pueden estar exigiéndonos cada vez más, pero estrechar el cauce por el que fluye el cotidiano amor y respeto por nuestros semejantes es estrechar el cauce por el que fluye la vida. La felicidad de los que nos suceden está en juego, y esa felicidad no vale una lucha: vale toda una guerra en el día a día. Muchas gracias. 

lunes, 26 de octubre de 2015

La amenaza de incremento al precio de las gasolinas

"El Gobierno de la República se compromete a mantener sin variaciones el régimen fiscal durante toda la administración", fueron las palabras del Presidente Enrique Peña Nieto al inaugurar la planta de Mazda en México, el 27 de febrero de 2014. Ahora, a una semana de terminar Octubre, nos enteramos que el Poder Legislativo propone un incremento base de entre 3.52 y 4.58 pesos por cada litro de gasolina o diésel.

Muestro mi rechazo total a este incremento, y deseo de todo corazón que el compromiso cabal del Presidente en el llamado “Acuerdo de Certidumbre Tributaria” se mantenga en su forma íntegra y sin matices; y ahora explico por qué.

Permítaseme comenzar reconociendo que la liberalización (y por ende aumento) del precio de los combustibles en la economía mexicana guarda dos razones poderosas: en primer lugar, elimina un subsidio profundamente regresivo en la población; siendo los más ricos quienes más se benefician, cuando podría en su lugar apoyarse más a los más pobres con ese recurso. En segundo, que un esquema de precios de combustibles determinado por las fuerzas del mercado, sin intervención del Estado, favorecería grandemente la competencia en el sector, creando las condiciones para pasar básicamente de un monopolio ineficiente, como el que tenemos ahora, hacia un mercado competido y eficiente.

Frente a argumentos económicos tan poderosos como los arriba esgrimidos ¿Por qué habría yo de declararme en contra? La respuesta: por la importancia que doy a la palabra de nuestro Presidente, quien habló en nombre de todo el Gobierno de la República. Y es que, para mí, las palabras que expresó ese 27 de febrero no admiten matices. Argumentar "la reducción de un subsidio no es un impuesto" es, en este contexto, equivalente a decir "acostarme con un(a) ex-novio(a) no es una "nueva" infidelidad para mi esposo(a)". Sí, le va a doler igual o peor a mi esposo(a) si se entera; sí, en estricto sentido, estoy faltando a mis votos matrimoniales; sí, objetivamente hablando, los riesgos de contraer una enfermedad de transmisión sexual no me consta que disminuyan; pero, en estricto sentido, no es una "nueva" infidelidad...

Y para nosotros, los usuarios de transporte público y/o automóvil particular; quienes viajamos en autobuses foráneos; e incluso quienes compramos alimentos transportados desde otros Estados; para nosotros el impacto de este incremento será indistinguible del impacto de un nuevo impuesto. Impuesto, además, imposible de eludir. Si la verdad no admite matices ¿No es verdad que nuestro Presidente, Enrique Peña Nieto, se comprometió a no subir los impuestos? ¿No es verdad que eso aplica, en nuestro sentir de gobernados suyos, a todo aquello que, en nuestro bolsillo, se sienta como un impuesto? ¿No es verdad que este "recorte al subsidio" es sentido por todos nosotros, habitantes de este país, como un impuesto? Pidámosle entonces a nuestra máxima autoridad del Poder Ejecutivo,  que evidencie el grado en que se esfuerza por cumplir con la palabra empeñada y hacer cabal honor a la verdad, no en los términos en que mentes con gran uso de la inteligencia pretenden forzar dicha verdad; sino en los términos en que el más ingenuo de los mexicanos la comprendió ese 27 de febrero: como el respeto irrestricto a la proporción de sus ingresos que le demandaría el Gobierno Federal año con año: desde ese día y hasta el 2018. Muéstrenos pues, Señor Presidente, su forma de interpretar la verdad, de cara al amor que le tiene a este su pueblo.



viernes, 8 de agosto de 2014

Nuevos riesgos de la privatización en el sector hidrocarburos.



Recientemente, ha sido noticia en nuestro país la aprobación de las últimas reformas en materia energética por parte del Senado, así como la fuerte oposición que enfrenta por parte de la mayoría de los mexicanos. El discurso de quienes aprueban estas reformas es que los beneficios se materializarán en precios más baratos de luz, gas e incluso--para algunos--gasolina. También aducen la generación de millones de empleos bien remunerados, y un crecimiento sustancial de la economía. Los que estamos en contra de muchas de estas reformas argumentamos, principalmente, que buscan despojar al grueso de la sociedad mexicana de su derecho sobre las grandísimas ganancias que se obtienen de la extracción de hidrocarburos; y que hoy en día sirven para financiar fuertemente los sistemas públicos de salud, educación y seguridad social. También argumentamos que el abaratamiento de precios y las promesas de empleo no son sino una estrategia para que los mexicanos cedamos nuestros derechos sobre estos recursos, principalmente fustigados por una necesidad económica que los Senadores y el Presidente--si bien conocen y saben explotar--ciertamente no padecen. Finalmente creemos que, aunque estas reformas se materializaran en un mayor crecimiento económico, éste se daría a expensas de una mayor concentración de la riqueza en manos de un selecto grupo, de por sí muy rico; por lo que los efectos de este crecimiento sobre el bolsillo del mexicano promedio serían, en el mejor de los casos, imperceptibles.

 

 Al respecto, quizás valga la pena hacer un pequeño esfuerzo para analizar más a detalle cada una de las propuestas y contrapropuestas; ver su viabilidad y construir--en un esfuerzo hegeliano de tesis, antítesis y síntesis--una visión más libre de prejuicios de lo que se obtendría a futuro. Ojalá nuestros representantes, en aras del bien común, se embarquen en un esfuerzo más profundo, dotando de cifras precisas y corrigiendo--cuando el caso lo amerite--razonamientos como éste.

 

 En primer lugar, está la disminución de precios de los servicios. El argumento el gobierno que he escuchado es simple: si hay mayor oferta, y la demanda se mantiene, el precio tiene que bajar. Este argumento, para el caso de la gasolina en México, es falso de entrada (para los que creen que el precio de la gasolina puede bajar con la reforma). México es uno de los países en el mundo con el precio más bajo de gasolina por litro. En particular, es más bajo que el precio en el vecino país del norte, que tiene una demanda mucho mayor. Sin entrar a detalles más técnicos, no es necesario contar con una sofisticada herramienta de simulación para saber que, de extraerse más petróleo en México y facilitarse su comercialización, se tendería a exportarlo a donde su precio (y demanda) son mayores. De hecho, en la medida que las barreras comerciales y naturales se diluyan, el precio de la gasolina en México tenderá al precio internacional; por lo que es más factible esperar que el precio de la gasolina suba con la reforma; y no al revés. De hecho, la razón por la que hoy tenemos gasolina de ese precio es por los fuertes subsidios del gobierno, ya que somos importadores netos (exportamos el petróleo, al que le ganamos mucho; luego lo procesan en el extranjero, donde son más eficientes, y finalmente nos lo regresan como gasolinas; y se las compramos). Miguel Messmacher, subsecretario de Hacienda, dijo que para que bajaran las gasolinas se necesitaría "una más alta disponibilidad de energéticos, una mayor eficiencia y mayor competencia en el sector” (https://www.circulopymebanorte.com/es/Circulo_PyME_BANORTE/POR_DECRETO_NO_BAJARA_EL_COSTO_DE_LA_GASOLINA?id=1318&value=POR_DECRETO_NO_BAJARA_EL_COSTO_DE_LA_GASOLINA).

 

Más allá de su intención de promover las reformas, el subsecretario no dijo que esa más alta disponibilidad debería ser tan alta que—de hecho—modificara todos los precios internacionales (para evitar la salida masiva de petróleo). O que la competitividad en México aumentara tanto que pudiéramos producir gasolinas más barato que en EUA, por ejemplo (hoy la razón de eficiencia EUA-México es algo así como 3-5 a 1).

 

Los precios de la luz y el gas, aunque son más complejos de analizar, palidecen ante el escenario de gasolina más cara, que acabará incidiendo sobre los precios de todos los demás bienes. Yo tendría la esperanza de que el gobierno, al menos, cumpliera su palabra y bajara dichos precios; así sea a base de subsidios.

 

En segundo lugar se encuentra la creación de empleos. El gobierno ha prometido 2.5 millones de empleos (bien remunerados) producto de esta reforma. Esta cifra es descomunal (aunque, nuevamente, palidece ante los derechos de los 120 millones que afectará). Para darnos una idea, la reforma tendría que dotar de empleo a uno de cada 100 mexicanos, o a uno de cada 60 mexicanos mayores de 18 años o, más aún, a uno de cada 20 jefes/as de hogar. Así pues, el 5% de todas las familias mexicanas deberían ver un beneficio tangible con la reforma (y si no, que la nación se lo demande). Aún así, sería necesario explicar “ciertos” detalles. Por ejemplo, por qué espera esta expansión descomunal en empleo si la empresa petrolera promedio ocupa 4 veces menos empleados que PEMEX para llevar a cabo las mismas tareas. ¿No deberíamos esperar, en cambio, que para que PEMEX pueda competir en costos con esas empresas deba despedir masivamente empleados?

 

En tercer y último lugar se encuentra la promesa del crecimiento económico; a mi juicio el más creíble de todos. Y es que naturalmente resulta más fácil crear riqueza para los más ricos que para el resto de la población (ya que los rendimientos del capital, más escaso,  superan los de la mano de obra). Concentrar los beneficios económicos en menos manos, bien avezadas en el uso de mercados financieros y portafolios de inversión, debe producir más dinero que dispersarlos en millones de seres humanos que los consumen en necesidades básicas como comida o medicamentos. Pero el gobierno tampoco debería preocuparse únicamente por la creación de riqueza, sino por cómo esa riqueza se traduce en bienestar para sus gobernados. Y es aquí donde no queda claro cómo este mayor crecimiento económico llegará a todas las familias; y cómo estos nuevos (y viejos) zares del capital serán motivados para compartir “generosamente” sus ganancias de capital con los depositarios originales de la riqueza petrolera: los mexicanos.

 

Sin más, me despido recomendándoles leer la columna del diputado Luis Cházaro (adjunto la liga) y llevar a cabo un ejercicio de comparación de esta nueva privatización con la privatización de la banca en 1991 (y su desenlace en 1995). Es posible que yo mismo haga este ejercicio en una nueva entrada.

 


 

 Éxito, y gracias por seguirme.

 

domingo, 11 de mayo de 2014

Nuevas oportunidades educativas para todos.

Buenas tardes:



La difusión y crecimiento en el acceso de las tecnologías de información y comunicación (TIC's) están generando la democratización de la información. De entre las muchas consecuencias que ello puede traer consigo quiero resaltar una que puede convertirse en la mejor y más ambiciosa de todas: ser un instrumento generador de igualdad de oportunidades educativas. 

Si bien la escolaridad hoy en día tiene dos componentes que favorecen la inserción en el mercado laboral y una mayor remuneración -el componente de conocimientos y habilidades adquiridos y el componente de credencialización o certificados para ejercer determinada profesión- hasta hoy el que más han favorecido las TIC's es el de difundir el conocimiento. No obstante, esto puede comenzar a cambiar ya que, como lo han demostrado importantes esfuerzos como la Universidad del Pueblo (UoPeople, por sus siglas en inglés), el costo de ofrecer certificados de formación profesional y para el empleo prestigiosos pueden disminuir sustancialmente mediante las TIC's. 

La Universidad del Pueblo es una universidad en línea de muy bajo costo (que puede llegar  a ser gratuita dependiendo de la situación económica del estudiante). A diferencia de otras ofertas educativas, la calidad de la enseñanza que se ofrece es de excelencia. Básicamente busca atraer y retener talento ofreciendo educación de la más alta calidad y vínculos con las universidades más prestigiosas del mundo. Está dirigida a estudiantes con bachillerato que no cuentan con los recursos de dinero, tiempo, etcétera para cursar una licenciatura tradicional; ofertando gran flexibilidad para cursar las materias. El vínculo a esta universidad lo pueden encontrar aquí (desafortunadamente lo encontré sólo en inglés):

http://uopeople.edu/

La multiplicación de esfuerzos como éste a nivel internacional será en los años por venir una ventana para que cualquier persona con la motivación suficiente tenga acceso no sólo a los conocimientos que le permitan convertirse en un profesionista altamente especializado; sino que cuente con los certificados, credenciales, títulos y equivalentes que avalen dichos conocimientos.  Las Naciones Unidas, por ejemplo, han destacado el esfuerzo de UoPeople:

http://www.un.org/apps/news/story.asp?NewsID=30848&Cr=ict&Cr1#.U2_WXfl5Pj0

Así, los incentivos para aprender se volverán más grandes, por lo que el panorama a futuro de la formación profesional de las personas -y en particular de los mexicanos- luce alentador. Ahora bien, es de resaltarse que éste no será un proceso automático. En particular, quiero señalar dos grandes retos a afrontar:

1. Primero, el reto que tenemos de equilibrar los conocimientos de nuestros estudiantes con los de estudiantes de otras latitudes; en particular, los de los países desarrollados, a fin de que mejoren sustancialmente sus probabilidades de graduarse satisfactoriamente de cualquier programa que sea de su interés, y cubran los requisitos para ser admitidos a cualquier programa a nivel internacional. La ambición es mayúscula, pero también es  la mayor aspiración de libertad, libre movilidad y acceso irrestricto a los conocimientos y el aprendizaje que ellos anhelen tener; donde deseen adquirirlo.

2. Derivado del anterior, el acceso a los medios para que efectivamente adquieran los conocimientos que hoy se ofertan. Y donde son tan importantes el acceso al internet como el conocimiento del idioma inglés, por ejemplo (yo les comentaba que expertos de muy diversos países aseguran que dicho idioma será la lengua de la ciencia en el futuro). Centrarse en el primero ignorando el segundo, como están haciendo las autoridades educativas hoy en día, es como entregar el fuego de Prometeo a los hombres, pero negarles la oportunidad para apagar y encender la llama de acuerdo a su libre voluntad. 

En ese sentido hago un llamado a la reflexión respecto a las prioridades que hoy ocupan  al quehacer educativo en México. Mientras que el énfasis actual está centrado en proveer materiales educativos (escuelas, útiles, equipos de cómputo, etc.) y en generar incentivos en los docentes para colocar el aprendizaje del alumno por encima de intereses gremiales o políticos (todo ello es muy loable), la discusión sobre la currícula, es decir, los conocimientos que deban ser transmitidos a los alumnos de cada nivel educativo ha sido empañada por muy diversos y oscuros intereses, donde los más perjudicados están siendo los estudiantes. 

Ojalá podamos eximirnos del egoísmo que nos lleva a ver al prójimo mexicano como un rival más en la lucha por pertenecer a ese "pequeño círculo de los que sí les va bien", y tengamos el valor para dejar de dar a tantos niños mexicanos los espejitos que muchas veces se ofrecen por clases para empezar a dar el oro de los conocimientos que la sociedad, el mercado laboral y  -en ciertos casos- hasta el mercado matrimonial realmente valoran, aquí y en el resto del mundo. 

Tengan excelente dia.



viernes, 21 de marzo de 2014

Las nuevas plataformas de enseñanza y los MOOC's


Hola:


Escribo en esta ocasión para dar cuenta de una tendencia internacional que está cobrando gran relevancia: se trata del desarrollo de nuevas plataformas para diseminar cursos en línea. Éstos pueden ser en tiempo real o a través de cursos pre-grabados. Los así llamados MOOC's (acrónimo de Massive Open Online Courses, o cursos masivos de enseñanza en línea) constituyen solo una fracción de estos nuevos desarrollos. La definición e historia de los MOOC's la pueden encontrar en el siguiente enlace:

http://es.wikipedia.org/wiki/MOOC

La creación de estos cursos ha partido de las grandes universidades norteamericanas, constituyendo todo un nuevo nicho de mercado y diseminándose rápidamente por el mundo entero. La novedad -desde una perspectiva económica- es que se abre la puerta hacia el conocimiento que se imparte en universidades a nivel global. Si miramos este conocimiento como capital humano acumulado y le buscamos una oferta, entenderemos por qué la transición de cursos abiertos hacia cursos cerrados, más selectivos, y con cuotas cada vez más altas ha sido tan veloz.

Los cursos en línea que menciono han sido acaparados por plataformas tecnológicas tales como Coursera, EdX, CISCO, Google y Pearson, para nombrar las más importantes. Y aunque los cursos ya se ofertan en una gran variedad de idiomas, la penetración del idioma inglés como lenguaje de alcance internacional ha llevado a especialistas a vaticinar que se transformará rápidamente en el latín del siglo XXI.

Para darles solo una probada de las mutaciones de estos desarrollos, les coloco aquí algunas variantes:

SPOC's (Small, Private Online Courses). Cursos abiertos generalmente como parte del complemento curricular de universidades de prestigio. Tiene un número limitado de participantes, es de acceso restringido y generalmente cobra cuotas de acceso.

LOOC's (Little Open Online Courses). Se diferencian de los primeros en que generalmente no cobran cuotas; aunque se ofertan a un grupo específico de estudiantes, y tienen generalmente algún requisito de acceso.

SMOOC's (Synchronized Massive Online Course). Permiten interacciones en tiempo real con el Profesor u otros alumnos. Aunque no están focalizados hacia un grupo específico, pueden tener cuotas de acceso u otro tipo de restricciones; sobre todo si tienen valor curricular para universidades.

Por último, para aquellos que hayan tenido la paciencia de leer hasta aquí, y en particular si son Profesores y quisieran dar el salto de ser espectadores hacia creadores de alguno de estos cursos, permítanme sugerirles visitar páginas tales como Wiziq, Weebly, Canvas o Powtoon para empezar a desarrollar sus propias aplicaciones y atraer espectadores. Les deseo mucho éxito en sus cursos, y ¡a aprender se ha dicho! :-)

jueves, 6 de febrero de 2014

Preservar el Estado de Derecho, tarea indispensable.

Hola:
 
 
En 2011, durante una visita al centro de adiestramiento de la Policía Federal, uno de los oficiales que amablemente nos guiaba por las instalaciones dejó una fuerte impresión en mí. Al cuestionársele sobre cuál era el principal objetivo de la policía a su cargo, él sin titubear contestó que servir a la autoridad que la ciudadanía había elegido mediante su voto; sin preferencias políticas o partidistas. La policía, dijo él, está para obedecer a quien está al mando, con apego a derecho. Sin más.
Esta fuerte convicción me hizo entender por qué estaba yo frente a un alto rango de la institución policial, y que contrastaba  tanto con otras opiniones emitidas ese mismo día por policías de mucho más baja jerarquía.
Esta anécdota puede parecer fuera de lugar en este espacio, dedicado a comentar sobre economía y educación; pero la idea detrás es la quintaesencia para materializar todas las esperanzas que en materia de economía y educación tenemos en nuestro país: el respeto al Estado de Derecho.
México es hoy -de acuerdo a su legislación vigente- un país que ha alcanzado a los más desarrollados en materia de derechos y libertades para sus ciudadanos. Los temas que generan debate hoy en la legislación son los  mismos temas que se discuten y generan debate en las naciones económica y socialmente más desarrolladas en el mundo; hemos tenido las elecciones más concurridas y vigiladas en nuestra historia, y sin importar nuestra postura respecto a un asunto de interés nacional, podemos encontrar casi siempre un legislador (o partido politico) que dé voz en lo esencial a dicha postura. Hemos alcanzado pues, en materia de Derecho, un alto grado de desarrollo.
 
El problema que hoy se evidencia con los lamentables sucesos en Michoacán, Guerrero y Oaxaca, es la falta -tanto de apego como de acceso efectivo- al derecho adquirido por los ciudadanos.  En una acertada analogía, Jorge Chávez Presa equipara lo que ocurre hoy en Michoacán en términos del Estado de Derecho con lo que ocurrió en 1994-1995 en términos del sistema financiero. Su columna la pueden revisar en este enlace:
 
 
Durante la crisis bancaria en México, el Gobierno Federal debió intervenir como deudor de última instancia para garantizar los depósitos de los ahorradores. Ahora, de nueva cuenta, el Gobierno Federal interviene para saldar la deuda de seguridad  que se tiene con los michoacanos. De no hacerlo, el Estado de Derecho en Michoacán se colapsaría; como se hubiera colapsado el sistema bancario mexicano en 1995.
 
Como también apunta el Dr. Chávez Presa, tras la dolorosa experiencia que resultó para los mexicanos la crisis bancaria, hubo una muy intensa tarea por reconstruir el sistema y dotarlo de mecanismos que volvieran a generar confianza entre la población. De la misma forma, el caso de Michoacán urge a crear mecanismos para que los mexicanos vuelvan a tener confianza en la protección que la autoridad puede y debe brindar a sus personas, a sus familias, a sus libertades y a sus bienes. Esto es requisito indispensable para su desarrollo económico, laboral y educativo. Estoy seguro de que esta protección solo puede venir de servidores públicos que piensen como el oficial que nos guió aquella vez por las instalaciones de la Policía Federal.





domingo, 27 de octubre de 2013

La amenaza del gasto público

Hola:
 
Muy probablemente han escuchado en las noticias recientes que, de aprobarse el paquete fiscal de 2014 en la cámara de Senadores, el gobierno mexicano iniciaría un proyecto social ambicioso (y loable): el de generar un piso mínimo de pension universal para los adultos mayores; además de  crear un seguro con duración de hasta 6 meses tras perder el empleo.
 
 
Estas dos políticas, ya de suyo, deben ser motivo de celebración para nosotros los mexicanos. Como señala el estudio titulado "El México del 2012. Reformas a la Hacienda Pública y al Sistema de Protección Social", del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), la pension social universal (propuesta), así como el desarrollo del seguro popular (de la pasada administración) son pilares de una política que genere un nuevo sistema de protección social universal, que "facilitaría la movilidad social y aumentaría la productividad, al evitar desperdicio de talento; promovería la formalidad y la productividad al reducir las cuotas obrero-patronales; reduciría el gasto en salud de las familias y los gastos por enfermedades catastróficas; y estimularía la demanda agregada interna de la economía"
 
 
Sin embargo, no todo es júbilo en las circunstancias actuales. Aunque suena lógico pensar que -para llevar a cabo las reformas propuestas- el gobierno mexicano debe echar mano de más recursos, basta escuchar a los expertos para saber que el incremento en gasto publico propuesto es desmesurado e, incluso, injustificado (véase, por ejemplo, en el minuto 25:21 del video de espiral la propuesta de incrementar en el doble los recursos asignados a la Secretaría de Energía):
 
 
El gobierno mexicano, en lugar de enfocar sus esfuerzos en crear mecanismos para fomentar la eficiencia en el uso de los recursos, está proponiendo superponer una nueva estructura a la ya existente. Las cifras oficiales de déficit público que el gobierno espera para este sexenio se han duplicado, y la participación del gobierno en la deuda total del país se espera crezca hasta alcanzar niveles no vistos desde las épocas que antecedieron a las crisis económicas del siglo pasado:
 
 
 
Como declara el Dr. Luis Foncerrada, las consecuencias de un incremento tal del gasto público tendrá repercusiones negativas sobre la productividad, el trabajo y el consumo de los hogares mexicanos;
 
 
Pero quizá el peligro mayor sea la amenaza de volver a circunstancias que detonaron la desestabilidad económica del país en las tres últimas décadas del siglo XX. El que haya regresado al poder el partido político gestor de dichas crisis nos recuerda, con temor, los grandes periodos de dispendio de Luis Echeverría, o José López Portillo. Las consecuencias, las conocemos todos. La responsabilidad de prevenir que vuelva a suceder, también es de todos.
 
 
Les deseo lo mejor
 
 
 


martes, 10 de septiembre de 2013

La buena, la mala y la "fea".

Hola:

Desde que comenzaron los rumores de la reforma hacendaria que impulsaría el Ejecutivo Federal en la presente administración, prometí a quienes me leen que me esforzaría para darle seguimiento; en particular porque la mayoría de mis conocidos y yo pertenecemos a la denominada "clase media" del país; sector que fue particularmente golpeado por la cada vez más lejana crisis del 94, el famoso "error de diciembre". Como me imaginaba, somos el grupo objetivo de esta nueva propuesta directa e indirectamente.

Directamente, porque modifica el régimen fiscal al que estamos sujetos; e indirectamente, porque afecta también a las empresas, que son las que nos ofrecen empleo a la mayoría de nosotros. Pueden encontrar información de la mayoría de los cambios propuestos en el siguiente enlace:

http://finanzas2014.especial.eluniversal.com.mx/dan-a-clase-media-mas-obligaciones/


Esta propuesta marca un rumbo claro de la presente Administración, que es la de dejar en claro quiénes son el objeto de su interés: los grupos privilegiados y, por qué no decirlo, también los más pobres, que son la base social que les genera los votos para ganar elecciones a nivel estatal y municipal. Mirando con objetividad las propuestas de esta reforma, no dejo de reconocer su propósito loable de generar más ingresos al estado, que permitan destinarlos a mejorar la calidad de vida de la población más vulnerable (en el mejor de los casos). Lo que sí lamento es el contraste que se observa entre la visión de nuestro Presidente y la del Presidente de nuestro vecino del norte: mientras allá toda la política está enfocada al fortalecimiento de la clase media norteamericana, aquí se le busca estrangular, condenándonos a pertenecer ya sea a "los de a pie" o la élite; sin medias tintas.

Con esto concluye una trilogía de reformas iniciadas por la presente administración. Una buena, como es la educativa; una mala, a mi parecer, que es la petrolera: Y ésta, que no puedo menos que catalogar de fea.

Saludos a todos.




miércoles, 4 de septiembre de 2013

Sobre el nuevo marco legal de nuestro sistema educativo

Hola:


Escribo en esta ocasión para celebrar la conclusión de la recientemente aprobada reforma educativa. Como alguien que ha pasado los últimos cuatro años de su vida estudiando el efecto de las mejoras en la educación de la población de un país, tengo por cierto los siguientes hechos:

- Primero, que hay evidencia contundente del efecto que el incremento en habilidades cognoscitivas de la población tiene sobre el desarrollo de un país; en particular sobre el crecimiento económico.

- Segundo, que la forma más efectiva para mejorar dichas habilidades cognoscitivas (además de la más democrática) es hacerlo a través del sistema educativo. En el caso particular de nuestro país, el sistema que ofrece atención a la mayoría de la población es el sistema de educación pública.

- Tercero, que el componente principal de todos los sistemas educativos -el núcleo y partícula primigenia por la que pasan la mayoría de los procesos de enseñanza- es el Profesor. El hecho de que nuestra reforma educativa haya tenido como centro la mejora del desempeño docente es innegablemente su mayor acierto.

Con estos hechos que, repito, tienen un amplio sustento de evidencia internacional, no puedo sino llegar a la conclusión lógica que -de implementarse adecuadamente- la reforma educativa sembrará la semilla de ese México más justo, más democrático y con mejores oportunidades para todos.

Escribo no sólo para sumarme a los millones de mexicanos que queremos una mejor educación para nuestros niños y jóvenes, sino también para hacer un llamado de que defendamos estos derechos, y de que lo hagamos tanto para aquellos que son de nuestra familia como para aquellos que no lo son, entendiendo que un futuro mejor para ellos también tendrá un impacto en la calidad de vida del resto de los que habitamos este país.

¡Por una mejor educación para todos! ¡Felicidades!